Isabel Pirla Montull
En mi propia búsqueda de bienestar, hace 22 años, apareció en mi vida Margarida Maynau, recibí sesiones de terapia de polaridad, fueron transformadoras y esenciales, una verdadera palanca de cambio en el bienestar personal y con el entorno. Recibir fue y sigue siendo el mejor aprendizaje.
Recibir la terapia desde hace mas de 20 años, de diferentes terapeutas de polaridad a enriquecido mi forma de dar y recibir, adaptando este lenguaje conmigo misma y el entorno, modelando el toque terapéutico a la persona, desde la fluidez más autentica, la mía propia, donde mi elemento agua fluye sin expectativa aportando al individuo la adaptación, regeneración, auto limpieza, trasformación y fluidez que sea necesaria, comunicando la conversación de unidad única con todos los elemento del campo energético del individuo y activando esas palancas de cambio que abre las posibilidades de respuestas biológicas en el.
Es maravilloso dar y recibir la terapia de polaridad y conectar con el campo electromagnético de la persona, donde las posibilidades son de infinitud impermanente y desconocida. Por lo que me considero una apasionada de la terapia de polaridad en su gran magnetismo e interminable aprendizaje.