¿QUÉ ES LA TERAPIA DE POLARIDAD?
La Terapia de Polaridad es una terapia holística, que mira a la persona como un todo, conectadas todas sus partes del cuerpo y a su vez conectados con el Universo.
BREVE HISTORIA
La Terapia de Polaridad fue desarrollada por el Dr. Randolph Stone, nacido en Austria en 1890; posteriormente emigró a Estados Unidos donde se doctoró en medicina, en osteopatía y en naturopatía, además de quiropráctica.
Viajó por todo el mundo estudiando las antiguas técnicas curativas (de Oriente, cultura egipcia, maya y occidental), incluidas la acupuntura, la herbología, el masaje oriental, la reflexología, la terapia zonal, el Shiatsu… Sobre todo la Ayurveda, de donde provienen gran parte de la filosofía y conocimientos de la terapia de polaridad.
- Uniendo todos estos conocimientos elaboró una terapia psico-corporal teniendo en cuenta tanto el cuerpo físico, como la parte psicológica-emocional, energética y espiritual que supone LA VIDA, como expresión de la Energía Vital (chi o prana) que se materializa en el cuerpo.
- A sus 60 años puso en marcha en la India clínicas gratuitas en las que atendía a miles de pacientes, concentrándose en los “casos perdidos” en que ya habían fracasado otros tratamientos, en su obsesión por la salud del ser humano. Falleció allí, en la India, a los 91 años de edad, en un ashram, meditando. Uno de sus discípulos fue Pierre Panetier, quien continuó el trabajo del Dr. Stone y lo dio a conocer por el mundo.
BASES CIENTÍFICAS
No podemos hablar de la Terapia de Polaridad sin hablar de Energía, pues la terapia de polaridad se basa en el concepto de que todo es energía. Y también en la realidad de que nosotros no sólo somos cuerpo físico, no solo somos músculos, huesos y vasos sanguíneos. También somos mente, somos pensamiento, somos emociones. Nuestro cuerpo no sabe de partes separadas.
Todo en el cuerpo es un constante movimiento de líquidos, de hormonas, de producción de enzimas. Cualquier proceso del cuerpo: digestivo, respiratorio, circulatorio, eliminatorio, así como los procesos mentales (los pensamientos) y sensoriales (los sentimientos y las emociones) son procesos energéticos. Nuestro cuerpo es un transformador de energía.
Y tampoco podemos hablar de la Terapia de Polaridad sin hablar del Universo. Porque somos un reflejo del Universo. Y el Universo es un gigantesco campo de Energía, igual que los planetas que generan líneas magnéticas que los recorren de polo a polo; el sistema solar girando alrededor del sol, genera otro campo magnético… Todo son campos magnéticos, con sus tres cargas electromagnéticas: positiva, negativa y neutra.
Todo lo que es arriba es abajo. El macrocosmos se refleja en el microcosmos. Por tanto el concepto de que toda energía está gobernada por tres cargas electromagnéticas podemos aplicarlo también a nuestro cuerpo como reflejo o réplica de lo que sucede en el Universo.
Y veremos que con esta similitud todo cuadra. Todo tiene explicación. Una explicación razonable, completamente lógica. Simple pero a la vez compleja, igual que funciona la vida, igual que funciona el Universo, igual que funciona nuestro cuerpo.
La vida es polar, y nos pasamos la vida viviendo la polaridad de la vida: alegría-tristeza; salud-enfermedad; sensibilidad-frialdad; cielo-tierra; odio-amor; malo-bueno; blanco-negro; valentía-miedo…
Y hay que vivir todas estas polaridades, porque hay que vivirlo todo. Lo malo es anclarse en alguna de ellas y pasar a ver la vida, por ejemplo, anclado a la tristeza de una persona que perdimos y que queríamos. Es fundamental vivir los duelos, vivir la tristeza, pero en el momento presente, no prolongarlo en todos los momentos.
El Dr. Stone elaboró el mapa de las polaridades en el cuerpo humano. Y fue un gran avance pues tras su aplicación se vio que efectivamente funciona y hay otras terapias que trabajan el cuerpo que asimismo utilizan estas polaridades en sus protocolos para conseguir que el trabajo energético sea más efectivo.
Nuestro cuerpo tiene todas las dimensiones y aplicada la polaridad sobre el mismo nos resulta delante-negativo, atrás-positivo; izquierda-negativo, derecha-positivo; abajo-negativo, arriba-positivo….
El eje izquierda-derecha y detrás-delante por ejemplo, tiene que ver con las partes receptivas y las partes motoras (la derecha da, la izquierda recibe… atrás es la parte motora y adelante es la sensitiva, por donde recibimos la sensaciones). Y el cuerpo tiene que estar integrado, la persona tiene que estar integrada para que pueda tener salud.
Si yo soy una persona que tengo facilidad para dar y dificultad para recibir no estoy integrada, no estoy equilibrada, y mi cuerpo por tanto tampoco lo estará. Seguramente tendré una diferencia considerable entre mi parte derecha y mi parte izquierda, y también cargaré mayor tensión en la parte motora (detrás) que en la receptora (delante).
La Terapia de Polaridad busca el restablecimiento del flujo energético trabajando a varios niveles de bloqueo en el cuerpo: sistema nervioso, sistema músculo-esquelético, energético, columna vertebral, sistema craneosacral; a través de tres tipos de toques sobre el cuerpo: el rajas que es el movimiento, el masaje; el tamas que es el deshacer las formas, son las presiones con que se trabajan los nudos profundos; y el sattwa que es la escucha, la quietud, la conexión con el neutro.
Digo el neutro porque tiene que ver con el polo neutro. Ya sabemos cómo funciona el movimiento entre los polos negativo y positivo, o entre protones y electrones que crean un campo de fuerza en que se atraen los de carga contraria y se repelen los de la misma carga:
Pero ¿qué pasa con ese polo neutro?
El POLO NEUTRO se puede definir como la energía que es capaz de equilibrar los opuestos. ¿Qué pasa con el polo neutro de un imán? Ahí no hay carga, está en equilibrio.
Y siempre tiene que haber una tensión equilibrada para que todo se mantenga, para que cualquier forma se mantenga.
En el cuerpo humano pasa lo mismo. Si miramos el cuerpo en su conjunto podemos observar a la cabeza como polo positivo, los pies como polo negativo y la pelvis como polo neutro. Pero si vamos a trabajar solamente el tronco del cuerpo tendremos a los hombros-pecho como polo positivo, el diafragma como polo neutro y la pelvis como polo negativo; y si trabajamos las piernas, pues tendremos a la pelvis como polo positivo, los pies como polo negativo y las rodillas como neutro.
Es decir, que seguimos con el mismo proceso que pasa con el Universo: todo es relativo; a veces la pelvis será el polo neutro, otras veces será positivo y otras veces será negativo, depende de la parte que estemos tratando.
Pero siempre trataremos con la visión de pertenecer a un todo, integrando este bloque puntual que trabajemos con la totalidad de nuestro ser.
Consecuentemente todo el cuerpo se contempla como un campo de energía con corrientes y pautas específicas. Estas corrientes construyeron el cuerpo y siguen actuando en él hasta que lo dejamos.
Cuando cualquiera de estas corrientes sufre un cortocircuito queda afectada la totalidad del campo energético.
Los problemas y bloqueos se producen en el campo energético aunque se manifiesten en el cuerpo físico en forma de dolor y enfermedad o malformaciones.
Y el cuerpo va tomando forma, va construyendo lo que llamamos patrones energéticos o patrones psicológicos para los psicólogos. Y esta forma, una vez estructurada es capaz de mantener un carácter determinado en la persona.
Por ejemplo decimos: es que mi padre siempre está enfadado. ¿Cuál es la forma de su cuerpo? ¿Andará con la cabeza gacha, caminará como sin energía? ¿O tendrá una cara con expresión grave, mandíbula contraída, el cuerpo parecerá como muy musculado e impenetrable? Seguramente tendrá problema de digestiones pesadas, reflujos, incluso úlceras de estómago. Porque no sólo digerimos alimentos, digerimos experiencias.
Una persona muy orgullosa ¿cómo va? Con la cabeza bien alta. Tantas tensiones en el cuello…
Una persona soñadora ¿Cómo camina? Parece que no apoya los pies en el suelo. Contracturas en gemelos….
Y podríamos poner muchos más ejemplos. Incluso se nota en las patologías que sufre la persona.
El cuerpo tiene memoria. De hecho el sistema de memorias está en el cuerpo.
Cuando algo nos ha producido dolor (por ejemplo quemarnos con una olla) el cuerpo lo aprende. La cicatriz de esa quemazón está ahí y si alguna vez pensamos que nos vamos a quemar es posible que nos vuelva a doler justo en esa cicatriz mientras lo estamos pensando.
Cuando hemos sufrido un trauma como puede ser un ahogo, sensación de que no podemos respirar, que no nos entra aire en los pulmones por una laringitis aguda por ejemplo, por mucho que ya nos hayamos curado físicamente, puede ser que se nos reproduzca esa sensación con una ansiedad o miedo a pasar la noche solos y que nos vuelva a ocurrir lo mismo. Y, aunque sabemos que es raro que nos vuelva a pasar, el miedo es incontrolable a veces y puede reproducirse psicológicamente esta sensación de ahogo y el cuerpo lo acompaña a través de un ataque de ansiedad o miedo.
El cuerpo sabe si tiene sed, si tiene hambre, si alguna vez hemos sentido angustia, el cuerpo sabe identificarlo a través de la sensación corporal, luego le ponemos el nombre.
Entonces si tú has aprendido que cuando una persona más mayor o con más autoridad te habla tú miras hacia abajo, te pasarás la vida bajando la mirada y sintiéndote inferior. Y por mucho que tú hayas leído libros de autoestima, hayas acudido a terapias diversas, no consigues ese cambio si no lo cambias también en el cuerpo, en la forma que ha tomado tu cuerpo.
Bueno pues la terapia de polaridad tiene tratamientos muy buenos actuando directamente sobre el sistema de memorias del cuerpo, permitiendo que desaparezcan dolores y sufrimientos.
Pero no os creáis que hace milagros, no. Las cosas que están mantenidas durante mucho tiempo no se pueden solucionar en un periquete. Evidentemente llevarán asimismo un tiempo solucionarlas.
Habrá personas que las cosas las solucionen antes porque su proceso es éste y las cosas estén ancladas en el consciente, pero si lo están en el subconsciente o en el inconsciente…; si están ancladas en los primeros 7 años de tu vida, cuando organizamos el sistema de creencias… pues las cosas no son tan fáciles de cambiar, pero SE PUEDEN CAMBIAR.
Lo que ocurre es que Cada uno tiene su proceso. Y la terapia de polaridad es respetuosa con el proceso de la persona. No hay que acelerar. Podemos romper, desestructurar a la persona si vamos demasiado rápido. Hay que ir a su ritmo, cada uno tiene su propio ritmo y su propio camino.
Y la Terapia de Polaridad trabaja toda aquella parte inconsciente que no sabemos ni que tenemos ahí nada bloqueado, no nos duele nada, pero AY CUANDO NOS TOCAN… entonces sí duele ¿qué hay ahí?… Muchas cosas. Cosas por descubrir.
Y decimos “qué interesante” “estabas ahí”…
La Terapia de Polaridad es una terapia psico-corporal que tratará de quitar ese dolor del cuerpo físico y ese problema en el sistema energético para restablecer la salud.
Y lo hace a través de tratamientos manuales que llamamos toques terapéuticos, a través de la palabra justa en el momento adecuado, o del silencio y la escucha, a través del ejercicio físico (yoga de polaridad) y de una alimentación adecuada (los alimentos-elementos y la dieta de polaridad).
Como ya decía al principio la Terapia de Polaridad toma sus bases de la Ayurveda, por tanto funciona con los conocimientos de los 5 elementos (Eter, Aire, Fuego, Agua y Tierra) y de las tres gunas (Rajas, Tamas y Sattwa), y tanto los toques como los ejercicios del yoga de polaridad y los conocimientos de nutrición tienen que ver con esta filosofía.
Pero siempre, y esto es lo más importante de la terapia, dotando de herramientas válidas y fácilmente aplicables a la persona para que sea ella la que tome el poder en su vida. Educando a la persona en el darse cuenta a través de su cuerpo de las necesidades que tiene y de cómo puede solventarlas.
Aunque algunas personas se enganchan a recibir tratamientos de polaridad, porque la verdad que es para probarlos, es tan profunda, es tanta paz, una sensación de estar tan integrado, de plenitud, después de una sesión de polaridad… Se trabaja el sistema reflejo del cuerpo con su origen, arriba y abajo, izda-dcha, dentro-fuera… Siempre polarizando, creando un campo en que la energía circule y deshaciendo nudos tanto físicos como energéticos y emocionales, por eso es tan completa.
En ningún momento es el terapeuta el que tiene el mando, sino que ejerce solamente de guía comunicándose con tu cuerpo, buscando el camino que tu cuerpo lleva para conseguir SALUD, desbloqueando las tensiones tanto físicas como emocionales que quedan impresas en el cuerpo para que tu propia energía pueda traspasar ese bloqueo y pueda fluir la energía sin ningún problema, devolviendo a tu vida ese bienestar y esa armonía que nos hace ser felices, sin dolor, sin sufrimiento.
Es una terapia incluyente (cabe todo: reflexología….). Es una terapia humilde. Es una visión de la vida y del ser humano. La Terapia de Polaridad es arte y es ciencia. Y además tiene duende.
Alicia F. Feijóo
Terapeuta de Polaridad – Valencia
Estoy descubriendo esta terapia alternativa y en México estoy aprendiendo este método quisiera saber mas y compartir con más terapeutas
Me interesa demaciado pues estoy en un proceso de conocimiento con mi interior🌀el núcleo de mi existencia y estoy más que seguro que en la energía está la polaridad y la estabilidad de nuestra vida y muerte dependiendo nuestra⚡️conciencia⚡️Muchas Gracias 🙏🙏🏿🙏🏽